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Lenguaje no verbal en una entrevista de trabajo
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a mayoría de personas en busca de trabajo enfocan su esfuerzo en el currículum vitae; lo cual, evidentemente, es de suma importancia. Sin embargo, en una entrevista de trabajo, es igualmente importante tu lenguaje no verbal. Hablamos de todo aquello que expresas por medio de tus gestos y los movimientos que realizas durante la conversación.
Recientemente, se conoció que la disminución de generación de trabajos en Guatemala, en el año 2016, se hizo acompañar de menores tasas de participación laboral. Así lo indica el Quinto Informe de Estado de la Región 2016, presentado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y la Secretaría de Integración Económica (Sieca), entre otros, que señala una reducción de 64.8 % a 62.6 % entre los períodos 2004-2008 y 2010-2013.
En términos generales, el informe destaca que los jóvenes son quienes más dificultades enfrentan para insertarse en el mercado laboral y sus tasas de desempleo duplican o triplican los promedios. Es por ello que es de suma importancia que tengas conocimiento sobre elementos que garantizarán un mejor desempeño durante una entrevista de trabajo.
Lenguaje no verbal en una entrevista de trabajo
Se sabe que los movimientos faciales y corporales van cargados de datos que reflejan la personalidad o el estado emocional de las personas. Así, por ejemplo, por medio del rostro se puede identificar si una persona está triste, alegre, con miedo, asombro, entre otras emociones. En tanto, la postura corporal transmite actitudes durante la interacción con otras personas, que pueden dar a conocer nuestro interés, tensión, relajación, aburrimiento, entre otras.
La comunicación corporal es tan importante como la verbal. Tener una postura incorrecta o gesticular demasiado pueden generar una mala impresión. Por ejemplo, entrecruzar los dedos de las manos, o cruzar los brazos y piernas, indican una respuesta negativa ante un estímulo, o que la persona se encuentra a la defensiva. Si una persona llega con las manos en los bolsillos podría dar a entender a su interlocutor que no hay interés en la conversación, o que hay inseguridad en lo que dice.
Es por ello que, a continuación, enumeramos algunos aspectos que debes tomar en cuenta, para no enviar un mensaje equivocado sobre la preparación laboral, aptitudes y actitudes para el cargo al que se está aplicando:
1. Expresiones positivas: no olvides saludar de una manera tranquila, amable, pero segura, sin olvidar una sonrisa firme. El apretón de manos debe ser seguro. El saludo es la primera impresión y debe quedar gravado en el entrevistador de manera positiva. Muchas personas se sienten nerviosas al momento de saludar, situación que les lleva a cometer algún error debido a movimientos bruscos de su cuerpo, como dar la mano equivocada, por ejemplo. Lamentablemente, este tipo de situaciones son interpretadas como falta de confianza e inseguridad. Por ello, es necesario sentirse seguro de sí mismos y esforzarse por transmitir que tienes el control de la situación y estás listo para iniciar la entrevista de trabajo.
2. Contacto visual: la mirada es de suma importancia al momento de comunicar, pues muestra nuestro interés sobre lo que queremos transmitir y lo que nuestro interlocutor nos transmite. Durante una entrevista de trabajo, la mirada debe mostrar seguridad, comunicar el interés en el tema y transmitir tranquilidad.
3. Mantener la calma: es usual que tengamos algunos gestos que delaten nuestro nerviosismo. Debes identificarlos, previo a la entrevista, y concentrarte en no realizarlos. Si eres de las personas que juegan con los anillos o las joyas, para calmarte, no las lleves ese día; además, busca una postura en la que haya comodidad y que tu cuerpo pueda mantenerse quieto.
4. Confianza: antes de entrar a la entrevista, recuerda que, si ya fuiste invitado(a) a participar en un proceso de reclutamiento, es claro que la empresa tiene interés en ti. Para transmitir confianza, también es importante que hables de una manera clara y sin titubeos, usa las manos de forma apropiada para enfatizar los puntos fuertes y las cosas más importantes a destacar. También ten presente cada detalle de tu currículum, para que no haya diferencias sobre lo que allí está escrito y tus respuestas.
5. Escuchar: es de suma importancia que, además de cuidar tus gestos corporales y faciales, también proyectes interés y atención al entrevistador. Asiente cada vez que sea necesario y presta atención a cada una de las interrogantes, para tener mayor seguridad en tus respuestas.
6. Dinamismo y simpatía: al momento de realizar la entrevista, debes mostrar dinamismo y simpatía. Recuerda que estás siendo entrevistado(a) para formar parte de un equipo de trabajo y, por lo tanto, debe haber armonía. No te muestres como una persona conflictiva; debes demostrar capacidad para trabajar en equipo e interés por la convivencia diaria.
7. Controla tu cabello: las mujeres, en la mayoría de los casos (lo cual no excluye a los hombres), tienden a tocar su cabello de manera excesiva cuando hay nerviosismo. Esto también puede ser un indicador de inseguridad. Es por ello que debes controlar ese tic. Una recomendación para el día de la entrevista es que el cabello esté bien peinado, recogido o colocado de una manera cómoda, que no te distraiga durante la conversación.
8. Vestimenta: como lo mencionamos en el punto uno, la primera impresión es muy importante. Tu vestimenta para la entrevista también es un indicativo de tu personalidad. No olvides que debes presentarte con ropa formal y en buen estado. Asimismo, es importante que sientas comodidad con tu vestimenta. Si la ropa está muy ajustada o muy holgada, será un elemento más de distracción, tanto para ti como para tu interlocutor. Nuestra presentación personal habla mucho sobre la importancia que le damos a nuestro trabajo.
9. La voz y la garganta: la seguridad en tus palabras dará puntos extra al momento de responder las interrogantes de la persona entrevistadora. Una voz “quebrada” o inaudible denotará, inmediatamente, inseguridad, miedo y que no es una persona capaz de trabajar bajo presión. De igual forma, tragar saliva en grandes cantidades y constantemente es un signo de ansiedad y nerviosismo, debes evitarlo a toda costa. Esto podrás lograrlo tranquilizándote y prestando mayor atención a la conversación.
10. Practicar: antes de presentarte a la entrevista de trabajo, debes tomarte un tiempo para practicar respuestas ante posibles preguntas. Asimismo, es trascendental que hagas esto frente a un espejo o con otra persona. De este modo, podrás identificar tus tics nerviosos, tus debilidades en el lenguaje corporal y podrás trabajar al respecto.
Recuerda que gran parte de la seguridad que se muestra al momento de una entrevista laboral proviene de la información de la que se tiene conocimiento. Saber detalles sobre la empresa a la que has sido llamado o llamada, así como tener conocimientos generales sobre el cargo al que se aplica, te facilitará el manejo del lenguaje corporal y facial. La seguridad es muy importante para poder transmitir lo que necesitamos para tener un buen desempeño y, así, logar el objetivo: conseguir el empleo.
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